2008

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
(Julio Cortázar)
Olvida la literatura.
La mente es una prisión.
No pienses. Simplemente, hazlo.
Sin manual
un paso es sólo un paso.
Únicamente hay que darlo.
En cualquier dirección, recto o en zig-zag.
No importa.
Cuando mires atrás, habrás avanzado.
9 comentarios
Nuala -
Definitivamente lo mejor de este blog son vuestros comentarios.
Un beso grande en la mejilla de de esos que hacen "chuik" a cada uno.
bacterio -
Olethros -
bacterio -
Por lo que pone por la internet, esa Esperanza es la presidenta de la república autónoma democrática de Madrid, que por lo que he entendido, no es un país como tal, sino un campo para que la gente de provincias vaya a manifestarse y a quejarse de lo que sea.
La verdad es que el concepto es pintoresco, pero sí que suena sospechoso y la que manda en ese sitio tiene por fuerza que ser una comunista o algo peor.
También he buscado eso de la democracia y por lo que pone, es un sinónimo de algo realmente estupendo aunque no pone porqué. Sólo puedo concluir que esos que se manifiestan, no comprenden el bien que hacen los padres de la patria y necesitan leer más la internet o lo que sea para enterarse de lo que es bueno.
Hala salud
Olethros -
bacterio -
Olethros -
bacterio -
Saludos
Olethros -
De todas formas, quien desee alcanzar una meta distante debe dar muchos pasos cortos, que decía el canciller...